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Las cuatro fases del ciclo menstrual: cómo te sientes

El ciclo menstrual, que comienza el primer día de regla y termina el día anterior a la llegada de la siguiente, tiene una relación causa-efecto con las emociones que sentimos según en la etapa en la que nos encontremos. Si la Biología entiende que el sangrado menstrual se inicia con la primera menstruación o menarquía y suele prolongarse hasta los 50 años, convivimos con nuestro ciclo una media de 40 años. Así que bien merece la pena conocer sus etapas y cómo influyen en nuestras emociones.

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Durante los días del ciclo (que puede variar entre 21 y 35 días), la producción hormonal experimenta muchos cambios. Los hombres producen regularmente las mismas hormonas con pocas variaciones, sin embargo nuestra producción hormonal puede variar de un día para otro y cómo sabes, y seguro que has podido comprobar por ti misma, esto puede incidir en nuestro estado de ánimo.

¿Cuántas veces has pensado que eres una montaña rusa de emociones? Tranquila, no eres la única. Todos y cada uno de los sentimientos que experimentas antes, durante y después de la regla son completamente normales y son parte de nuestro origen cíclico.

La regla, primera fase de tu montaña rusa emocional

Fase menstrual: en esta fase se produce una bajada de los estrógenos, hormona que afecta a la excitabilidad, estimulación y tonificación del sistema nervioso. Cuando bajan los estrógenos también lo hacen las endorfinas, encefalinas y serotonina, sustancias que nos ayudan a sentirnos bien. Por eso es habitual que durante estos días te sientas baja de ánimo o con síntomas de ansiedad e irritabilidad.

La bajada de estrógenos también favorece el descenso del estradiol, principal hormona sexual, por lo que esto puede producir una disminución de tu libido.

Y con este baile de hormonas también disminuyen tus niveles de progesterona, una hormona que estimula la sedación y el sueño, y equilibra la eliminación de exceso de líquidos, de irritabilidad y la tensión nerviosa. Así que como hemos dicho antes, es normal si te sientes más irritada, tensa o si no eres capaz de conciliar el sueño por la noche.

En esta fase, nuestra energía se vuelve más contenedora y tendemos a concentrarnos más en nosotras mismas. Tu cuerpo te pide descansar y estar tranquila. No pasa nada por parar el ritmo frenético del día a día y concederte la licencia de estar sola o con tu gente más cercana.

Preovulatoria o folicular: aquí se inicia y completa el desarrollo folicular y culmina justo antes de liberar el óvulo. En esta fase los niveles de estrógenos comienzan a elevarse, la progesterona está aún ausente y los niveles de testosterona son aún mínimos. Emocionalmente hablando, podemos sentir una agradable sensación de felicidad, renovación, alegría y optimismo, además tu apetito sexual también puede verse incrementado.

Cuando el estradiol está en niveles más elevados tenemos más fuerza y energía, y nos empezamos a sentir mejor. Te sentirás más dinámica y volverás a tener confianza en ti misma.

Durante esta semana después de tener la regla, es posible que sientas este aumento de tu energía física y te veas más optimista.

Ovulación: la tercera fase es el momento de la ovulación y tu cuerpo se prepara para la concepción. Cuando el óvulo está maduro se produce un aumento de la hormona responsable de la ovulación. En este momento, el óvulo podrá ser fecundado en un espacio de tiempo de entre 12 y 36 horas, dando lugar a un embarazo o en caso contrario, será expulsado en la siguiente menstruación. Así que si estás pensando en quedarte embarazada, este es tu momento.

Aquí, nuestro cuerpo comienza a producir progesterona que irá aumentando. El pico alto de estrógenos sumado a la influencia de la oxitocina hace que en esta fase se eleve la libido sexual.  El incremento de estrógenos favorece la producción de serotonina, por lo que tendrás más energía y aumentará tu capacidad en la toma de decisiones. Las altas concentraciones hormonales favorecen también tu rendimiento intelectual.

Según los expertos, durante la fase ovulatoria se despierta más nuestro instinto maternal, así no es de extrañar que durante esos días notes que te vuelcas más en los demás que en ti misma.

Para muchas, es el mejor momento del ciclo a nivel emocional ya que el estado de ánimo es positivo. Son días, en los que aumenta tu capacidad en las relaciones sociales y tu estado de ánimo está listo para iniciar nuevos proyectos. Es la fase más expresiva.

Fase lútea o postovulatoria: corresponde con la semana previa a la menstruación. Los estrógenos y la progesterona disminuyen notablemente, ocasionando en muchas de nosotras lo que conocemos como el síndrome premenstrual. A veces, sus síntomas físicos y emocionales nos permiten llevar una vida normal, pero eso sí un poco más dificultosa.

En estos momentos del ciclo, puedes sentirte más ansiosa, deprimida e irritada. Incluso disminuye nuestra capacidad de concentración y aumentan las dificultades para retener información. Cambios repentinos de humor y baja autoestima son otros de los síntomas de estos días.

Por eso, durante esta fase existe una tendencia a enfocarnos más en nosotras mismas. Los niveles de estrógenos bajan, somos más autocríticas.

No todas sentimos estos cambios de la misma manera, pero si algo hay de cierto en todo esto es que conociendo el origen de nuestras emociones, siempre será más fácil aceptarlas y convivir con ellas. Así que escucha a tu cuerpo tantas veces como necesites, aprende a escucharte y a mimarte.

 

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